Saltar al contenido Saltar al pie de página

Acompañar las emociones: un acto de presencia compasiva

Cuando las emociones intensas como la frustración o el enojo surgen, mi cuerpo encuentra consuelo en el llanto. Durante mucho tiempo, llorar fue mi mecanismo de defensa: una manera de expresar lo que sentía sin palabras, de liberar aquello que parecía insostenible. Pero también noté cómo este hábito me debilitaba, dificultando pedir lo que necesitaba o alzar mi voz con claridad.

 

Esta reacción nació en mi infancia, un intento inconsciente de proteger mi corazón. Sin saberlo, contenía el enojo dentro de mí, permitiendo que se acumulase mientras las lágrimas formaban un muro protector alrededor de mis emociones más profundas.

 

Con el tiempo, he aprendido a relacionarme de forma distinta con estas emociones. Ahora, en lugar de esconderme tras las lágrimas, permito que el enojo sea testigo de mi autenticidad. Me muestro tal como soy, aunque a veces eso revele a una niña interior herida que busca amor.

 

Las lágrimas, aunque agotadoras, también son un bálsamo para el alma. Son capaces de limpiar y purificar, dejándome más ligera, más abierta, pero también con la certeza de que esta vulnerabilidad puede ser una fortaleza.

 

El desafío de acompañar el dolor

Hubo una época en la que estar presente para alguien que atravesaba un duelo era abrumador. Como persona empática, absorbía su dolor, sintiéndome responsable de “arreglar” su sufrimiento o de señalar una luz en medio de la oscuridad.

 

Sin embargo, descubrí algo esencial: acompañar a otro en su dolor no significa resolverlo, sino sostener un espacio seguro. Inspirándome en la terapia craneosacral, adopté el mantra: “Nada que hacer, nada que arreglar”.

 

Mi papel, entonces, es aceptar a la otra persona tal y como es, permitiendo que experimente su proceso sin prisas, sin juicios y sin imponer soluciones. Y al mismo tiempo, recordarme que el dolor de los demás no es mío, que mis límites son sagrados y que mi prioridad es habitar mi cuerpo físico y energético con conciencia.

 

El arte del desapego compasivo

 

El desapego no implica indiferencia. Por el contrario, es un acto de profundo respeto hacia uno mismo y hacia el otro. Significa cuidar de mí misma mientras estoy presente para alguien más, sin intentar salvar o resolver su experiencia.

Cuando siento que mi corazón quiere salir de mi pecho para “rescatar”, me centro en mantenerlo dentro de los límites de mi cuerpo. Es un equilibrio delicado: estar presente para otro sin abandonarme a mí misma. Solo desde mi integridad puedo sostener a alguien que atraviesa su oscuridad.

 

Herramientas para acompañar el dolor

 

Te comparto algunas prácticas que me han ayudado a acompañar tanto mi propio dolor como el de los demás:

 
  1. No huyas: Cuando sientas que la emoción te abruma, conecta con tus pies en el suelo y respira profundamente. Ubica dónde habita el dolor en tu cuerpo, coloca tu mano en ese espacio y sostenlo con amor. Permite que las emociones fluyan, recordando que son como olas que llegan y, eventualmente, se van.

     
  2. Reconoce el dolor: Cuando alguien más sufre, no intentes arreglarlo. Reconoce su experiencia y ofrécele tu presencia compasiva. A veces, basta con estar ahí, sin palabras ni contacto, dejando que esa persona sepa que no necesita apresurarse en su proceso.

     
  3. Comparte desde el corazón: Si surge el momento, comparte algo que toque tu corazón en resonancia con su dolor. No se trata de buscar un lado positivo, sino de ofrecer una conexión sincera que honre la vulnerabilidad del momento.

     

Un acto de valentía

“Se necesita un gran coraje para permitir que otros sean vulnerables en tu presencia.”

Deja un comentario

Subscribe for the updates!

Subscribe for the updates!

Paola Lagos Terapias
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.